Un ciberataque exitoso puede dañar gravemente la reputación del negocio, provocar pérdidas financieras millonarias por los daños causados y las consecuencias legales.
Las pequeñas y medianas empresas, suelen ser las más vulnerables debido a la falta de personal con el conocimiento necesario para proteger sus redes y sistemas informáticos antes riesgos como:
Ataques de phishing
El phishing es uno de los principales ataques hacia las empresas donde los atacantes emplean técnicas de ingeniería social para obtener información confidencial (contraseñas, números de tarjetas, etc) o persuadir a las personas de realizar acciones peligrosas como descargar archivos sospechosos, hacer clic en links maliciosos o permitir el acceso a sus dispositivos.
Amenazas internas o Insiders
Ex-empleados hostiles, empleados distraídos o con malas intenciones. Las amenazas internas suelen ser el resultado de controles de acceso deficientes, el desconocimiento del personal sobre las políticas de seguridad establecidas y la falta de capacitación sobre el manejo adecuado y seguro de los recursos de la organización.
Ataques de malware
El malware o software malicioso, es todo programa creado para generar daños o realizar acciones no autorizadas en los sistemas de las víctimas. Suele llegar a través de correos de phishing, al navegar en sitios maliciosos o al instalar software o aplicaciones de dudosa procedencia.
El Ransomware es uno de los tipos de malware que más daños ha causado hoy en día por bloquear el acceso a los dispositivos o a la información de sus víctimas exigiendo el pago de un rescate.
3 Consejos para proteger la información de tu negocio
1. Capacitar al personal
El factor humano es punto clave ante las infecciones de malware, se requiere de la acción de las personas de hacer clic en un link sospechoso, descargar un archivo enviado por un desconocido, instalar aplicaciones de sitios no oficiales.
Generar una Cultura en Ciberseguridad donde se capacite al personal sobre cómo detectar y actuar ante los ciberataques más comunes, además de cómo utilizar de forma segura los recursos (computadoras, dispositivos móviles, plataformas corporativas, documentos digitales y físicos, etc.) de la empresa.
2. Limitar el acceso a la información
Mientras mayor sea el número de personas con acceso a la información almacenada en la organización, mayor será el riesgo de una fuga de datos.
- Reduce el número de personas que tienen acceso a la información confidencial.
- Asegúrate de dar de baja todos los accesos de ex-empleados tan pronto como se dé por terminada la relación laboral.
- Usa los permisos del sistema para administrar quién puede acceder a datos específicos.
3. Implementar controles de seguridad
- Gestiona qué sí y qué no se debe conectar en los equipos de la organización.
- Protege tu red para prevenir el acceso de intrusos con un Firewall.
- Protege el correo y los dispositivos para prevenir infecciones de malware ante inevitables errores humanos.
- Cifrar la información para disminuir el riesgo de ser accesibles para cualquiera.
- Un DLP puede ayudarte a prevenir que usuarios no autorizados tengan acceso a datos confidenciales, modificarlos, copiarlos, compartirlos, etc.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta lectura?.
EmojiNos interesa saber tu opinión. Deja un comentario.