Muchas empresas operan bajo una falsa sensación de seguridad, creyendo que la inversión en ciberseguridad es innecesario. "Hemos funcionado bien hasta ahora, ¿por qué cambiar?" se preguntan, mientras minimizan costos y evitan contratar personal especializado o adquirir herramientas robustas. Pero, ¿qué pasa cuando esta estrategia de "menos es más" se convierte en una bomba de tiempo?
Imagina que una gran oportunidad llama a tu puerta: un cliente importante, regulado y preocupado por la seguridad, te ofrece un proyecto transformador. De repente, la ciberseguridad deja de ser un extra y se convierte en un requisito indispensable. Te ves forzado a implementar medidas de seguridad de forma crÃtica, casi como una emergencia, para no perder esa valiosa oportunidad.
En este escenario, la inversión ya no es planificada, sino desesperada. Te enfrentarás a un desembolso masivo para adquirir productos, contratar personal y servicios especializados, todo de golpe. Créeme, esto será muchÃsimo más caro que si hubieras seguido un plan estratégico, paso a paso. Pero lo más alarmante es que, al ejecutar una implementación tan precipitada (a veces en cuestión de semanas), no habrá tiempo para la planeación, el análisis ni la estrategia. No contarás con personal realmente especializado, y esta improvisación, a la larga, resultará aún más costosa..
Una inversión desperdiciada, un riesgo latente
A menudo, estos proyectos de urgencia recaen en el responsable de TI (si es que existe), o en cualquier otra persona sin el conocimiento ni la experiencia necesarios. Se adquieren herramientas que, sobre el papel, cumplen con los requisitos, pero que resultan inservibles debido a una implementación, configuración o administración deficientes. Una inversión que termina en la basura simplemente porque compraste algo que no sabes usar ni aprovechar. Eso, sin duda, es una mala inversión.
Y la situación se agrava cuando ocurre un incidente de seguridad. La culpa, por lo general, recae en el producto o la herramienta, asumiendo que "estaban protegidos" y que el fallo era "imposible". Se buscará cambiar de marca, repitiendo el ciclo de implementación e inversión. Si además tu empresa necesita cumplir con marcos internacionales, el gasto se disparará aún más.
Es hora de tomar la ciberseguridad en serio
Es crucial que las empresas comiencen a darle la importancia que se merece a la seguridad. No se trata solo de proteger datos, sino de reducir riesgos y abrir las puertas a nuevas oportunidades de negocio, especialmente con industrias altamente reguladas como la financiera. Recuerda que la seguridad no es una tarea de una sola vez; todo lo que se implemente deberá mantenerse al dÃa, lo que requiere la labor constante de un experto.
Si tu empresa aún carece de controles o estrategias de seguridad robustas, te invito a que empieces a construirlas. Busca la manera de generar un plan gradual y bien pensado. De esta forma, tu inversión en seguridad valdrá la pena y no se convertirá en un gasto inútil.
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