Con frecuencia recibimos notificaciones de nuestros dispositivos, reportando que existen nuevas actualizaciones disponibles para el sistema operativo o aplicaciones instaladas.
Sin duda a más de una persona este proceso le suele parecer tedioso y hasta un fastidio porque implica disponer de tiempo para la descarga e instalación de dichas actualizaciones e incluso, en algunas ocasiones, es necesario el reinicio del dispositivo.
Si bien tenemos la opción de posponer esta actividad, por ejemplo, cuando se trata de un servidor en producción, la realidad es que debemos mantener siempre nuestro software actualizado.
¿Porqué es importante actualizar el software?
Los ciberdelincuentes constantemente crean nuevo software malicioso (malware), y con frecuencia aprovechan vulnerabilidades nuevas y existentes tanto en los sistemas operativos como en las aplicaciones para conseguir infectar los equipos de sus víctimas.
Un antimalware desactualizado puede resultar completamente ineficaz para proteger tus dispositivos ante un malware.
Por este motivo, las actualizaciones de software, también conocida como parches, se encargan de aplicar mejoras de funcionalidad y corregir fallos de seguridad, que podrían ser aprovechadas por cibercriminales.
¿Qué pasa si no actualizo mi software?
Hemos escuchado de muchos ataques exitosos que pudieron explotar vulnerabilidades de los sistemas que ya contaban con una actualización que corregía la debilidad meses, o años antes, por lo que estos ataques se distribuyen internamente y afectan de mayor forma a las empresas, por lo que no actualizar, podría implicar que el daño sufrido sea enorme, afectando la organización, por lo que es recomendable actualizar siempre.
¿Cada cuando debo actualizar?
La mayoría de los fabricantes notifica a sus usuarios ya sea a través de alertas o comunicados cuando libera actualizaciones nuevas, por lo tanto, su aplicación puede realizarse de forma manual o automática tan pronto sea posible.
Conforme las empresas crecen estas actualizaciones deben ser programadas y controladas con base en su criticidad para evitar afectar la operación del negocio.
Suele suceder que tenemos servidores o sistemas que son la médula espinal de la operación y un fallo podría salirnos muy caro, por lo tanto, en estos casos es recomendable previamente levantar un ambiente de prueba donde se apliquen las actualizaciones para corroborar que no afecten los servicios.
Otra opción, es adquirir una herramienta de protección complementaria para que aquellos equipos en los que no sea posible aplicar las actualizaciones de forma inmediata, no queden vulnerables ante ataques.
¡Recuerda mantener el software de tus dispositivos siempre al día para prevenir que tu empresa sea vulnerable a ciberataques e incidentes de ciberseguridad!
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